El episodio ocurrió anteanoche, pasadas las 20, en la casa que la docente comparte con su familia en el barrio de San Carlos. Se encontraba planchando cuando ocurrió lo que describe como “una cadena de hechos insólita“.
Según relató, “después de recibir un llamado de mi hijo apoyé el equipo, que es un Nextel Motorola, sobre la TV, porque la mesa la tenía ocupada con los trapos de planchar. Terminé la primera tanda, y cuando me di vuelta para buscar más ropa escuché un estampido muy fuerte”
“Uno de los pedazos del celular cortó el cable de la plancha, que entró en cortocircuito y como tiene la carcaza de plástico se prendió fuego” describió Fiebelkorn desde su vivienda: “atiné a tirar todo al piso, trapos incluidos, porque se había generado un foco de incendio, y cuando vi que no había peligro eléctrico le eché agua. Una parte del teléfono siguió chisporroteando dos o tres veces más después de la primera explosión. Pero a centímetros había una caja de fósforos, y ni se movió”.
La profesora de Ciencias Sociales considera que “el celular no tenía un año de antigüedad, lo cambié porque el anterior me lo robaron. Supongo que me dieron una batería nueva, pero no tengo la certeza. En cualquier caso, de casualidad estoy ilesa, me iluminaron de arriba para que justo me diera vuelta a buscar más ropa. Pero hay criaturas que manipulan este tipo de aparatos y si existe este riesgo se debería conocer más”. (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario